| | | No sea tacaño. En la medida de sus posibilidades, gaste. Es horrible que en una primera cita usted se quede mirando la cuenta con cara de sorprendido, y que ni siquiera haga el ademán de gastar. Tampoco conviene que tome la factura, haga sumas y le diga a | | | | Las mujeres parecen vivir bajo la premisa de que es siempre mejor “una mentira que haga feliz, a una verdad que amargue la vida”. Estrategas de nacimiento, las mujeres resultan mucho más herméticas a la hora de relatar las sutiles tácticas de manejo de rea |
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